lunes, 22 de febrero de 2016

Con las alas partidas

Ocupó aquel cobijo con las alas
partidas, vendidas
al mejor postor.

¡Qué ingenuo gesto el de alzar el vuelo hacia dentro 
del abismo!

¡Y cómo duele el aire roto en la humedad del olvido
de sí mismo
cuando se enfría la herida!

No te rindas. Eres el aliento
que sujeta el vuelo,

no su grieta.


Graciela Bárbulo


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